Hola Septiembre!
Querida maestra,
Septiembre llega con el brillo emocionante de lo nuevo: estrenar agenda, planificar hábitos, organizar el día a día… y, sobre todo, abrir la puerta a una nueva forma de vivir y educar. Pero este curso escolar no es uno más: es el momento de asumir un compromiso claro e inaplazable con el bienestar infantil. Si no lo hacemos, estamos declarando (consciente o inconscientemente) que no nos importa su futuro. Y ellos son el futuro de nuestra especie.
Hoy escribo sobre lo que no funciona y es urgente trasformar, o quizás una declaración de intenciones de lo que encontrarás en este espacio.
Lo que les hemos arrebatado a los niños
Alimentación saludable: Según la Fundación Gasol (pasos), los niños españoles hacen 18 min menos de actividad física al día, pasan más tiempo frente a pantallas (sube a +69 días al año frente a 44) y siguen menos la dieta mediterránea. Tres de cada diez se sienten más tristes o preocupados que hace tres años (The olive Press).
Naturaleza, juego, libertad: Las rutinas escolares y urbanas han reducido fuertemente el tiempo libre real, creativo, activo.
Aprendizaje profundo: Las estructuras de las aulas siguen estando basadas en función al pensamiento industrial, el currículo está rígido, y no se fomentan ciencias, humanidades ni artes desde la curiosidad. Así obtenemos un bajo rendimiento, según el informe PISA y la alta tasa de abandono escolar: el 14 % en 2012, aún muy por encima del 9% que tiene como objetivo la UE.
Creatividad, lectura, juego, pensamiento libre: Son frecuentemente sacrificadas en pos de contenidos estandarizados, frenando voces, imaginación y libertad mental.
Un sistema ineficaz, deshumanizado
Salud mental y herramientas: Entre el 10 % y el 20 % de los escolares sufren trastornos como ansiedad, conducta, TDAH, autismo, etc. Por ejemplo en Aragón, el 80 % de docentes no ha recibido formación específica para detectarlos. (National library of Medicine)
Bienestar docente: Agotamiento, baja valoración social, sueldos precarios y falta de apoyo institucional dañan su salud emocional. Un clima escolar negativo, sin sentido de pertenencia o recursos, es factor de burnout y rotación docente.
Acoso escolar:
En España, 6,2 % de alumnos entre 4.º de primaria y 4.º de ESO admiten haber sido acosados en los últimos dos meses (≈ 220.000 menores). (The olive Press)
En 2022-23, un 24,4 % afirmó que el bullying existió en su centro durante todo el curso. (The olive Press)
El ciberacoso afecta especialmente a chicas (12,7 %) frente a chicos (8,7 %) y un 55 % lo sufre en silencio. (La vanguardia)
Un 71 % de niños con autismo han sufrido bullying por exclusión. (The Olive Press)
Consecuencias: El Bullying aumenta riesgo de ansiedad, depresión, trastorno de estrés post-traumático, trastornos del sueño, adicciones, autoagresiones. (Cornell University)
Inacción: El 75 % de los docentes se siente incapaz de detectar problemas emocionales. El 50 % no conoce protocolos, y de los que existen, muchos son burocráticos y lentos. Extrañamente, el 60 % de estudiantes opina que su escuela no hace nada ante el acoso. (Sur - Ethic - The Olive Press)
¿Y los maestros?
Carecen de formación adecuada para educar en salud emocional, neurodiversidad o convivencia real. Su actividad se ve reducida a burocracia, sin margen para conexión humana real. Los sistemas son lentos, poco adaptativos, con protocolos genéricos que no atienden urgencia ni diversidad del día a día.
La percepción de impotencia ante la degradación del entorno escolar y síntoma de desidia colectiva, va en aumento.
¿Qué nos jugamos?
Una infancia empobrecida: niños sin salud, sin vínculo real con otros, con miedos invisibles, con creatividad anulada, con autoestima rota. Unos adultos del futuro menos sanos, menos libres, menos felices. Un sistema que declara, sin decirlo, que lo prioritario es el control y la eficiencia, y no el crecimiento humano.
Pero hoy puede empezar la revolución
Hoy estrenamos agenda, sí. Pero sobre todo, hoy decidimos hacer las cosas de otro modo. Hoy elegimos asumir la responsabilidad del bienestar infantil. Hoy empezamos una revolución interior y colectiva, una forma de vivir y enseñar con conciencia, compromiso y corazón.
Imaginemos escuelas donde:
La alimentación sea genuinamente saludable, el desayuno obligatorio y activo.
Los patios y aulas se conviertan en espacios de naturaleza, juego libre, descubrimiento y silencio creativo.
Profesores y profesoras estén formados en detección de emociones, neurodiversidad, convivencia real y responsabilidad colaborativa sociedad-familia-escuela.
El currículo combine ciencias, arte, lectura, pensamiento crítico, artesanía, música… todo tejido alrededor de la curiosidad y humanidad.
Los protocolos sean herramientas ágiles, adaptadas y centradas en la persona, no en el trámite.
Las maestras estén valoradas, acompañadas, descansadas. Su trabajo es una vocación reconocida, su salario digno, su salud emocional protegida.
El bullying se combate inmediatamente desde la responsabilidad, la empatía, la comunidad, la prevención y el acompañamiento, no desde el protocolo.
Hoy empieza el cambio
Hoy empezamos a tejer una red. Hoy empezamos a formarnos como educadoras y educadores del siglo XXI —porque los niños merecen lo mejor, y el mundo lo necesita. Hoy comienza el camino hacia:
La infancia que merecen.
Las maestras y maestros que merecen.
Los recursos que todas las escuelas merecen.
En los siguientes artículos, hablaremos juntos sobre:
Qué deben reformar las escuelas: espacios, tiempos, recursos, personal, naturaleza…
Cómo debe transformarse el currículo educativo: menos superficialidad, más pensamiento, más Arte, más Ciencias, más Humanidades y más emoción.
Qué debe cambiar en la profesión educativa: formación, valoración, condiciones laborales, salud emocional, reconocimiento social.
No es utopía: es responsabilidad. Es urgente: no hay más tiempo. Como sociedad, como adultos, como educadores y familias, es nuestra obligación moral y colectiva mejorar la vida de los niños. Hoy podemos y debemos asumirla. Este septiembre, decimos: sí, volvemos a empezar, pero esta vez, lo hacemos a conciencia.
Si quieres saber más, en mi newsletter te cuento mis reflexiones más intimas y te doy recursos prácticos que aplico cada vez que necesito un respiro o cargarme de energía. También puedes agendar una Sesión 1:1 te acompañaré en tu camino y expandirás tu esencia.
Te deseo de corazón un buen comienzo de curso.
Un abrazo,
Athenea Bassi
El blog de Athenea Bassi
Este espacio es para compartir contigo reflexiones y conocimientos que te inspiren a explorar tu propio camino de transformación. Aquí descubrirás artículos creados con mimo, pensados para brindarte un refugio de paz, serenidad y equilibrio. Mi deseo es que, a través de cada lectura, encuentres nuevas perspectivas para transformar tu bienestar y afrontar los desafíos del día a día con mayor claridad y confianza.
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